Con la entrega de certificados, 16 jóvenes y adultos lograron su objetivo de terminar los estudios secundarios
Ayer por la tarde, en el auditorio de la Universidad Tecnológica Nacional, 16 estudiantes del Programa de Educación para Jóvenes y Adultos recibieron el certificado que, en papel, pone en palabras la concreción de una meta: la de terminar sus estudios secundarios.
“Para mí, era una tarea pendiente. Un objetivo que postergué por 23 años”, relata Olga Centeno, vecina de barrio Los Olmos. Ella, como muchos de los que asisten a alguno de los 13 centros de terminalidad educativa ubicados en distintos puntos de la ciudad, afrontó su trayecto formativo a la par de jornadas de trabajo y las responsabilidades familiares. “Se lo debo a mi papá, que ya no está pero confió siempre plenamente en mí”, dice. Y su cara deja paso a una sonrisa cuando cuenta que, como ella trabaja en una guardería de niñas y niños, ahora va por el Profesorado de Nivel Inicial.
Con los 16 egresados de este año, ya suman un total de 26, contabilizando a los 6 que culminaron en 2017 y 4 que lo hicieron en 2016 a través del plan FINES pero que contaron con las tutorías del programa impulsado por la Secretaría de Educación. Y es importante destacar que los 137 ingresantes en 2017 en primer año del programa, cuyo plan de estudios y título es avalado por la Universidad Tecnológica Nacional, actualmente todos finalizaron el segundo.
“La educación es la herramienta más poderosa para el desarrollo de una persona, y continuamos defendiendo la decisión de plantear el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Una oportunidad de terminar el secundario en la adultez es un acto de justicia social”, reafirmó el intendente Martín Gill, quien encabezó el acto de entrega de certificados junto al vicedecano de la Facultad Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional, Franco Salvático
Tal como lo hizo Olga al momento de tomar la palabra frente a los presentes, Gill también destacó la labor de quienes trabajan en el programa: tutores y docentes que “son el hombro cercano a los estudiantes, necesarios para que ellos puedan alcanzar su meta”.
Un final que es, a su vez, un inicio; un sueño cumplido que da lugar a otro. Micaela Pucheta, otra de las egresadas, ya tiene lista su inscripción a la carrera de Enfermería para el año próximo. A sus 22 años, terminó la secundaria y pudo finalizar así los estudios que habían quedado pausados para cumplir el rol de mamá. A su tiempo, logró el objetivo. “En mi familia se sienten todos muy orgullosos, gracias a ellos pude hacerlo”, cuenta.
Además de Olga y Micaela, ayer también recibieron su certificado Leandro Aguirre, María Florencia Cavallieri, Mickaela Echavarría, Dahiana Gaudino, María Belen Ludueña, Matías Martin, María Lorena Melano, Dayana Olvia, Facundo Olivero, Leonardo Pérez, María Adelia Reynoso, Claudia Godoy, Daniela Marti Zárate e Ignacio Zabala.
En tanto, y tal como lo había anunciado la pasada semana, Gill resaltó que, el próximo año se abrirá un nuevo centro de terminalidad en el edificio del Mercado de Abasto, con el objetivo de que quienes allí trabajan puedan finalizar sus estudios. Cabe destacar además que a través del programa de Educación para Jóvenes y Adultos también las vecinas y vecinos pueden acceder a completar el nivel primario y además los jardines maternales están abiertos para el cuidado de las hijas e hijos de los estudiantes.
En el acto de entrega estuvieron presentes la secretaria de Educación, Margarita Schweizer; la coordinadora del programa, Marieta Lorenzatti; el secretario de Extensión de la institución, Huber Fernández y el profesor Claudio Pugliese en representación del Rectorado.